Como es una mentalidad emprendedora: para empresarios y los que quieren emprender

Tener una mentalidad emprendedora no va solo de montar un negocio. Va de empezar a pensar distinto. De dejar de vivir en piloto automático y empezar a tomar decisiones que te acerquen a la vida que de verdad quieres. Aunque dé miedo. Aunque no tengas ni idea de si va a salir bien.

En este nuevo post de los gemelos de Mentwin, te traemos una charla de las que remueven. No por lo que dice, sino por lo que despierta. Porque cuando alguien te cuenta en voz alta todo lo que tú piensas en silencio —las dudas, el miedo, la presión, las ganas de algo más—, algo dentro hace clic.

Aquí no vas a encontrar fórmulas mágicas ni frases motivacionales vacías. Vamos a hablar de lo que nadie te cuenta cuando decides emprender: lo que pasa por dentro. Porque el verdadero cambio empieza en la cabeza, no en el Excel.

Y si te has sentido estancado, si llevas tiempo sabiendo que quieres algo más pero no sabes por dónde empezar… este episodio es para ti.

👉 Dale al play y mira el nuevo capítulo de nuestro podcast de emprendimiento. Es de esos que no te dejan igual. Literal.

Emprender da miedo. Pero eso no es lo que te frena

Vamos al grano: no te frena el miedo. Te frena la idea de que no deberías tenerlo.
Porque nadie nos enseñó a decidir sin garantías. Nos educaron para tener todo claro antes de mover ficha. Y emprender, bro, es todo lo contrario.

Emprender es un salto sin red. Es tomar decisiones sabiendo que el mapa lo vas a ir dibujando sobre la marcha. Y sí, da vértigo. Pero también es ahí donde empieza el crecimiento real.

“No se trata de no tener miedo, sino de dejar de esperar a que se vaya para empezar a caminar.”

Ejercicio para desbloquear el miedo:

Haz una lista de esas decisiones que llevas semanas (o meses) postergando.
Pregúntate: ¿qué es lo peor que podría pasar si lo intentas?
Y ahora: ¿qué es lo que seguro va a pasar si no haces nada?

Muchas veces, el miedo a movernos es más grande que el miedo a quedarnos. Hasta que entendemos que no hacer nada también es una decisión.

La claridad no está afuera: está en pasar más tiempo contigo

Una mentalidad emprendedora no se construye con libros, cursos o vídeos.
Se construye en silencio. En esos momentos incómodos donde te enfrentas a ti mismo y no hay nadie más.

Porque ¿cómo vas a construir algo coherente si ni siquiera sabes lo que quieres?
Muchos quieren emprender para escapar. Para dejar un curro que odian. Para demostrar algo. Pero si no paras a escucharte, puedes acabar construyendo otra cárcel con forma de empresa.

“La claridad no llega cuando haces más. Llega cuando paras y te escuchas.”

Mini ritual para reconectar contigo:

  • Apaga todo. Cierra el portátil. Móvil en modo avión.
  • Coge papel y boli. Escribe: ¿qué necesito de verdad ahora?
  • No busques una respuesta bonita. Busca una honesta.

Cuanto más tiempo pases contigo, más claro te va a quedar lo que sí y lo que no.
Y eso, en el mundo del emprendimiento, vale oro.

El juicio siempre va a estar. Aprende a que no te dirija

Uno de los bloqueos más bestias al emprender no es el dinero. Ni el tiempo.
Es el juicio. Lo que dirán los demás. Y peor aún: lo que dices tú sobre ti mismo cuando nadie te ve.

“¿Y si fallo?” “¿Y si piensan que soy un flipado?” “¿Y si no soy suficiente?”

Spoiler: todo eso te lo vas a decir. Pero lo importante no es que aparezca. Lo importante es no creértelo del todo.

“Nos frena el juicio de los demás, pero el que más nos limita es el que tenemos dentro.”

Claves para bajarle el volumen al juicio:

  • Cada vez que te pilles pensando “no puedo”, añade: “…todavía”.
  • Escríbete una nota en el espejo: “Estás en proceso, no tienes que tenerlo todo claro.”
  • Habla de tus miedos con otros emprendedores. Vas a flipar con lo común que es todo lo que piensas que es solo tuyo.

Cuanto más normalices que el juicio es parte del camino, menos poder va a tener sobre ti. El objetivo no es eliminarlo. Es moverte a pesar de.

Tu entorno puede ser gasolina… o ancla

Esto es clave: si quieres tener una mentalidad emprendedora fuerte, cuida tu entorno como si fuera tu equipo. Porque lo es.

Si estás rodeado de gente que solo habla de lo seguro, lo fijo, lo estable… no es raro que emprender te parezca una locura. No porque lo sea, sino porque te faltan referencias de lo posible.

“Cuando ves a alguien como tú haciendo lo que tú quieres hacer, se rompe una creencia interna.”

¿Qué puedes hacer hoy?

  • Apunta a un evento o comunidad de emprendedores. Da igual si no conoces a nadie. Vas a conectar.
  • Identifica a alguien que te inspire y mándale un mensaje. Lo peor que puede pasar es que no conteste. Lo mejor: que te responda.
  • Dedica menos tiempo a conversaciones que te apagan. Más a las que te encienden.

Tu energía cambia cuando cambias tu entorno. Y tu mentalidad también.

La mentalidad emprendedora se construye con responsabilidad (y sin culpa)

Aquí va una bomba: la mentalidad emprendedora no va de “tener todas las respuestas”.
Va de asumir que si algo no te gusta, depende de ti cambiarlo.
No con culpa. Con poder.

Responsabilidad no es machacarte. Es mirar de frente y decir: “Vale, esto no me gusta… ¿qué puedo hacer al respecto?”

“Responsabilidad radical es entender que nadie va a venir a salvarte. Pero tú sí puedes hacerlo.”

Reto para hoy:

Piensa en un área de tu vida que no va como te gustaría (trabajo, pareja, salud, tiempo).
Ahora escribe una sola acción que puedes hacer HOY para cambiar eso. No mañana. Hoy.

No necesitas tenerlo todo claro. Solo necesitas empezar a moverte.

Si te ha resonado todo esto, si te ves reflejado en alguna parte de este post…

Entonces tienes que escuchar alguno de nuestros programas del podcast de emprendimiento  “Emprende Sin Atajos”.

Te dejamos algunos episodios aquí abajo:
Elige uno. Y sigue creciendo.